lunes, octubre 31, 2005

La figura del artista y las llaves del reino / Sexta y última parte

El artista contemporáneo es ahora un Prometeo que se mueve en un mundo en el que él mismo es todos los dioses, el fuego que debe robar está en su interior y habrá de sustraerlo para compartirlo con el Hombre. El artista también es Orfeo y por medio de su arte habrá de bajar al infierno de su propio subconsciente para rescatar a Eurídice. Como Sísifo, el artista también desciende al infierno y, una vez ahí, subirá y bajará su roca en un ciclo interminable, pero el infierno es interior y la roca es su obra, de algún modo Sísifo logrará evadirse por enésima vez del Tártaro llevando consigo las llaves del reino para compartirlas con sus semejantes, con la Humanidad, antes de repetir el ciclo y bajar con medidos pasos la montaña.

Conclusiones

La época actual está marcada por un olvido de la dimensión mítica de la actividad humana.

El sistema socioeconómico vigente ha puesto a la humanidad en crisis económica, política, religiosa, social.
De acuerdo a lo expuesto por Joseph Campbell el individuo ha perdido el lazo de unión entre el subconsciente y la conciencia. En el subconsciente es donde se alojan los mitos. Nuestro héroe posible es cualquier individuo que acepte el llamado a la acción (acción creativa, proponemos).
En la figura del artista encontramos reunidas las capacidades de responder al llamado y de mantenerse atento al camino. Cuenta, además, con herramientas diferentes a las de cualquier otra persona: el ingenio y la invención, según Cervantes, pero eso es motivo para otro ensayo.
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